Botox
La toxina botulínica es el tratamiento estrella para decirle adiós a las arrugas sin necesidad de cirugía. Relaja o debilita los músculos de la mímica con inyecciones intramusculares de toxina botulínica tipo A, que es una proteína altamente purificada que se extrae de una bacteria que tiene la capacidad de interrumpir el impulso nervioso que origina una contracción muscular.
Zonas de tratamiento donde se puede quitar o corregir: arrugas de la frente, entrecejo, patas de gallo, arrugas del mentón, comisuras caídas, arrugas alrededor del labio, arrugas de la nariz. El paciente deberá acudir a una revisión a los quince días para ver si es necesario algún retoque. Su aplicación puede hacerse entre los 18 y 65 años.